(En preparación)
Espacio ubicado a la entrada de la ciudad, en un enclave vial. Inaugurado el 14 de octubre de 1991, cuando el presidente cubano, Fidel Castro encendió la llama eterna. Se había iniciado el movimiento de tierra en 1983.
Destacan en la plaza, el conjunto monumentario de elementos-machetes con fuerte carga simbólica (obra de Guariuonex Ferrer) . Son 23 machetes por el 23 de marzo, fecha en que se inicia la lucha tras la Protesta de Baraguá, durante la gesta independentista cubana contra el colonialismo español durante el siglo diecinueve.
Sobre una suave colina artificial, la escultura ecuestre del Mayor General Antonio Maceo, del escultor Alberto Lescay.
El área de concentración es una superficie trapezoidal, con una extensa zona pavimentada donde se alternan franjas de granito gris, verde y rojo, y luego un área de césped.
Incluye un recinto con la llama eterna, delimitada por un muro, presidido por la frase de Maceo "Quien intente apropiarse a Cuba, sólo recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre si no perece en la lucha".
En el interior soterrado se albergan varias salas, incluido el hermoso Salón de los Vitrales.
La Plaza es un lugar de tributo, concentración, desfiles y también se ha utilizado en diversos espectáculos culturales.
Desde su escalinata, como estrado, han hablado el presidente cubano Fidel Castro y el Papa Juan Pablo Segundo, entre otras personalidades cubanas e internacionales.
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